ETF del sector energético enfrenta degradación por debilitamiento de las perspectivas económicas y aumento de la oferta
El 15 de octubre de 2025, el ETF Energy Select Sector SPDR Fund (XLE) recibió una rebaja a una calificación de "Vender". Este cambio desde su estado anterior de "Mantener", emitido en febrero de 2025, refleja crecientes preocupaciones sobre una confluencia de vientos en contra macroeconómicos y un aumento anticipado en el suministro global de petróleo. El XLE, un vehículo de inversión prominente para el sector energético, está fuertemente ponderado hacia compañías petroleras upstream como ExxonMobil (XOM), Chevron (CVX) y ConocoPhillips (COP), lo que lo hace particularmente susceptible a las fluctuaciones en los precios del crudo.
Rendimiento y vulnerabilidad del mercado
Históricamente, el XLE ha tenido un rendimiento significativamente inferior al del mercado en general. En los últimos tres años, el ETF ha generado un rendimiento total del 17,90 por ciento, un marcado contraste con el robusto rendimiento total del 90,86 por ciento del S&P 500 durante el mismo período. Este rendimiento inferior subraya la naturaleza cíclica de la industria energética, donde las dinámicas específicas del sector pueden divergir bruscamente de las tendencias generales del mercado. El modelo de negocio inherente de las compañías petroleras upstream, caracterizado por altos costos fijos, significa que incluso reducciones modestas en los ingresos derivadas de la caída de los precios del crudo pueden conducir a una disminución desproporcionadamente grande en el ingreso operativo.
Análisis de la reacción del mercado: se gesta una tormenta perfecta
La rebaja del XLE se basa en las crecientes señales de una economía global debilitada, específicamente en los Estados Unidos y China, junto con las proyecciones de un suministro sustancial de nuevo petróleo que ingresará al mercado. El Fondo Monetario Internacional (FMI) pronostica un crecimiento del 2,0% para la economía de EE. UU. en 2025 y del 2,1% en 2026, cifras que, aunque positivas, son más bajas que las proyecciones anteriores y sugieren una trayectoria de crecimiento moderada. De manera similar, se proyecta que la economía de China se expandirá un 4,8% en 2025 y un 4,2% en 2026, lo que indica una nueva fase de crecimiento más lento, aunque constante. La Asociación Nacional de Economía Empresarial (NABE) ofrece una perspectiva más conservadora para EE. UU., proyectando un crecimiento del 1,8% para 2025 y del 1,7% para 2026.
Estos cambios económicos ocurren simultáneamente con un superávit de petróleo anticipado. Las previsiones de la Administración de Información Energética de EE. UU. (EIA) y Goldman Sachs proyectan que el crudo Brent promediará cerca de 51 dólares por barril en 2026. J.P. Morgan anticipa precios del Brent alrededor de 58 dólares por barril para el mismo año. Goldman Sachs proyecta específicamente un superávit global de petróleo que promedia 1,8 millones de barriles por día desde el cuarto trimestre de 2025 hasta el cuarto trimestre de 2026, lo que podría conducir a un aumento en las existencias mundiales de petróleo de aproximadamente 800 millones de barriles para finales de 2026. Este suministro en crecimiento, junto con una demanda moderada, se espera que ejerza una presión a la baja significativa sobre los precios del crudo.
Contexto más amplio e implicaciones
El sector energético experimentó un período de rendimientos sustanciales entre 2021 y 2024, impulsado por la escasez de suministro, la demanda reprimida post-COVID-19 y los eventos geopolíticos. Sin embargo, los precios del crudo han estado en una tendencia a la baja general durante los últimos tres años a medida que ha llegado nueva oferta al mercado. Este posicionamiento actual del mercado del XLE, caracterizado por su rendimiento inferior en relación con el mercado más amplio, sugiere un entorno desafiante para las inversiones centradas en la energía.
La valoración del sector también genera preocupaciones. La relación Precio-Beneficios (P/E) del XLE fue de aproximadamente 16x, con proyecciones que indican un aumento a 21x. Esta valoración se considera elevada para un sector que enfrenta perspectivas de crecimiento limitadas y significativos vientos en contra cíclicos. La tendencia a largo plazo de un lento crecimiento de las ventas reales en la industria petrolera, con un consumo mundial de petróleo creciendo menos del 1% anual durante la última década, exacerba aún más este desafío.
Comentario de expertos
Los analistas de Goldman Sachs y J.P. Morgan han expresado preocupaciones con respecto a los riesgos de recesión, con Goldman Sachs asignando una probabilidad del 45% de una recesión en EE. UU. dentro de los próximos 12 meses, y J.P. Morgan estimando una probabilidad del 60% de una recesión tanto en EE. UU. como a nivel mundial. Estas proyecciones subrayan la fragilidad del entorno económico y su impacto potencial en la demanda de energía.
"Hay cada vez más señales de que la economía de EE. UU. se está debilitando, China está entrando en una nueva fase de crecimiento más lento, y una nueva y significativa oferta de petróleo debería llegar más tarde", señaló un análisis, encapsulando el escenario de la "tormenta perfecta" que enfrenta el sector energético.
Mirando hacia el futuro
El futuro inmediato para el sector energético parece plagado de desafíos. Los inversores seguirán de cerca los próximos informes económicos de las principales economías y los nuevos datos sobre la dinámica global de la oferta y la demanda de petróleo. Se espera que los bajos precios del petróleo contribuyan a un rendimiento inferior continuo del XLE en comparación con el mercado en general. Además, el cambio global hacia fuentes de energía renovables y los avances continuos en la productividad probablemente ejercerán una presión a la baja sostenida sobre la demanda de petróleo a largo plazo, planteando desafíos estructurales a la rentabilidad de las principales compañías petroleras. Este entorno sugiere que los inversores pueden encontrar oportunidades más atractivas fuera del sector energético tradicional, particularmente en áreas menos expuestas a estos desequilibrios macroeconómicos y de oferta-demanda.
fuente:[1] XLE: Una tormenta perfecta podría hacer que todo se derrumbe | Seeking Alpha (https://seekingalpha.com/article/4830057-xle- ...)[2] El FMI es más optimista sobre el crecimiento de EE. UU. que hace unos meses, pero las perspectivas son más sombrías que el año pasado (https://www.washingtonpost.com/business/2025/ ...)[3] Evaluación de las implicaciones del pronóstico de superávit petrolero de Goldman Sachs para 2026 para los inversores en energía - AInvest (https://vertexaisearch.cloud.google.com/groun ...)