Ford Motor Company se enfrenta a un escrutinio intensificado y a un posible impacto financiero tras anunciar la retirada de aproximadamente 1,5 millones de vehículos en EE. UU. debido a cámaras de visión trasera defectuosas. Este desarrollo exacerba aún más los desafíos continuos de control de calidad para el fabricante de automóviles, lo que señala posibles implicaciones a largo plazo para su posición en el mercado y la confianza de los inversores.
Ford inicia la retirada de 1,5 millones de vehículos por un mal funcionamiento de la cámara de visión trasera
Ford Motor Company (NYSE: F) anunció una importante llamada a revisión de seguridad que afecta a aproximadamente 1,5 millones de vehículos en los Estados Unidos. La acción aborda un defecto en las cámaras de visión trasera que pueden producir imágenes invertidas, distorsionadas o en blanco cuando un vehículo está en reversa, lo que aumenta el riesgo de accidentes. Esta llamada a revisión intensifica las preocupaciones existentes sobre el control de calidad del fabricante de automóviles y se anticipa que incurrirá en costos sustanciales.
El evento en detalle
La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras (NHTSA) identificó el problema generalizado, lo que llevó a la retirada de varios modelos de Ford y Lincoln de los años de producción 2015-2019. Los vehículos afectados incluyen el Lincoln MKC, Lincoln Navigator, Mustang, las camionetas de la serie F (F-250, F-350, F-450, F-550), Expedition, Edge, Transit, Transit Connect, Econoline y Ranger. La causa raíz del defecto se ha rastreado a una modificación no autorizada por un subproveedor en la herramienta del cabezal de la placa de circuito impreso, lo que compromete la fuerza de contacto del terminal y provoca la corrosión por frotamiento. Magna International, un proveedor, también está retirando más de 250,000 cámaras de visión trasera afectadas utilizadas en vehículos selectos de Ford y Stellantis. Ford ha reconocido 44,123 reclamos de garantía global y 18 accidentes relacionados, aunque no se han reportado lesiones en relación con este defecto específico de la cámara.
Análisis de la reacción del mercado
Se espera que el impacto inmediato en las acciones de Ford sea un período de presión a la baja, impulsado por las importantes implicaciones financieras de la llamada a revisión y la publicidad adversa. Esta última llamada a revisión se suma a un año desafiante para Ford, que para mediados de septiembre de 2025 había emitido 88 llamadas a revisión de seguridad, superando su total para todo el año 2024. El costo financiero ha sido sustancial, con el informe de ganancias del segundo trimestre de 2025 de Ford que revela un cargo de 570 millones de dólares por un defecto en el inyector de combustible, un costo de 900 millones de dólares por la llamada a revisión del F-150 Lightning, y una pérdida operativa de 1.300 millones de dólares en su división de Vehículos Eléctricos (VE), lo que culminó en una pérdida neta de 36 millones de dólares para el trimestre. Los costos de garantía de la compañía han aumentado al 4% de los ingresos, un aumento notable con respecto a los niveles anteriores. Además, Ford acordó pagar una multa civil de 165 millones de dólares tras una investigación de la NHTSA sobre sus procesos de llamada a revisión. La compañía ha ajustado a la baja su orientación de ganancias antes de intereses e impuestos (EBIT) para 2025, lo que refleja estos costos crecientes e incertidumbres. Las acciones de Ford (F) han disminuido aproximadamente un 10% en lo que va del año, con un rendimiento inferior tanto al S&P 500 como a sus pares del sector automotriz.
Contexto más amplio e implicaciones
Esta serie de llamadas a revisión subraya problemas sistémicos de control de calidad dentro de Ford, lo que plantea preguntas sobre su eficiencia operativa y la gestión de su transición hacia la electrificación y los sistemas avanzados de vehículos. Las implicaciones a largo plazo podrían incluir una mayor erosión de la confianza del consumidor y la reputación de la marca, lo que podría afectar las ventas futuras y la cuota de mercado dentro del competitivo sector automotriz. La compañía pronostica una pérdida que supera los 5 mil millones de dólares en su segmento de vehículos eléctricos para todo el año 2025. Financieramente, Ford exhibe un rendimiento mixto: mientras que los ingresos de los últimos doce meses ascienden a 185,25 mil millones de dólares con un modesto crecimiento del 3,4% en un año, las métricas de rentabilidad, como un margen neto del 1,7% y un margen operativo del 1,59%, permanecen por debajo de las medianas históricas. El balance de la compañía revela un alto apalancamiento con una relación deuda-capital de 3,56 y una liquidez ajustada con una razón circulante de 1,1. Un preocupante Altman Z-Score de 1,01 sitúa a Ford en la zona de angustia, lo que indica una posible inestabilidad financiera. Las métricas de valoración presentan una imagen variada, con una relación Precio-Beneficios (P/E) de 14,99 que se acerca a su máximo de dos años, mientras que su relación Precio-Ventas (P/S) de 0,25 sugiere una valoración comparativamente más baja frente a los ingresos. Con una beta de 1,84, las acciones de Ford demuestran una mayor volatilidad en comparación con el mercado en general. Los indicadores de confianza del consumidor, como el Net Promoter Score (NPS), han disminuido significativamente.
Comentarios de expertos
Kumar Galhotra, director de operaciones de Ford, reconoció la gravedad de la situación, afirmando: "No estamos satisfechos con el nivel actual de llamadas a revisión ni con el número de vehículos afectados. Estamos trabajando para reducir el costo de estas llamadas a revisión". Los analistas sugieren ampliamente que si bien el negocio principal de motores de combustión de Ford podría ofrecer un sólido rendimiento del EBIT si los costos de las llamadas a revisión se estabilizan, la magnitud de las llamadas a revisión de 2025 apunta a preocupaciones de calidad sistémicas más profundas. Los analistas de Zacks mantienen actualmente una calificación de "Mantener" sobre Ford, lo que refleja un sentimiento de cautela, con proyecciones de ganancias para 2025 supeditadas a la capacidad de la compañía para resolver eficazmente estos recurrentes obstáculos relacionados con las llamadas a revisión.
Mirando hacia el futuro
El desafío continuo para Ford será estabilizar su control de calidad y restaurar la confianza de los inversores y consumidores. Los factores clave a monitorear incluyen los próximos informes de ganancias de la compañía, que proporcionarán una guía actualizada sobre el impacto financiero de estas llamadas a revisión, y su progreso en la implementación de soluciones sostenibles. La dependencia de Ford de las visitas tradicionales a los concesionarios para casi todas las reparaciones, en contraste con los competidores que aprovechan las actualizaciones por aire (OTA) para problemas relacionados con el software, destaca las ineficiencias operativas y el aumento de los costos. La resiliencia a largo plazo de la compañía y su capacidad para competir eficazmente en el cambiante panorama automotriz dependerán de su capacidad para integrar las capacidades OTA, optimizar los procesos de control de calidad y realizar una transición exitosa a los vehículos definidos por software (SDV). La falta de resolución de estos problemas subyacentes podría obstaculizar aún más su posición en el mercado y sus perspectivas financieras.