Chevron y Westlawn formalizan su entrada en el sector de hidrocarburos costa afuera de Perú
Perú ha firmado una modificación contractual fundamental que facilita la entrada de Chevron y Westlawn en su sector de exploración de hidrocarburos. Operando a través de un consorcio liderado por Anadarko, una subsidiaria de Occidental Petroleum (OXY), las empresas emprenderán la exploración y posible explotación en tres bloques marinos dentro de la región norte de La Libertad. Este acuerdo, formalizado el 17 de septiembre de 2025, marca un desarrollo significativo tanto para la seguridad energética de Perú como para las carteras globales de las grandes empresas energéticas participantes.
El evento en detalle: Un nuevo consorcio en la Cuenca de Trujillo
El consorcio recién formado centrará sus esfuerzos en los bloques Z-61, Z-62 y Z-63, ubicados en la Cuenca de Trujillo, un área costa afuera de aproximadamente 6.018 km² a unas 50 millas náuticas de las costas de Lambayeque y La Libertad. La estructura de propiedad del consorcio asigna una participación del 35% a Chevron y Anadarko cada una, con Westlawn poseyendo el 30% restante. Anadarko mantendrá su papel como operador. La fase de exploración inicial está respaldada por una inversión de 100 millones de dólares del Gobierno peruano.
Los trabajos preparatorios ya han comenzado, con el consorcio habiendo completado la encuesta sísmica marina 3D más grande de Perú entre mayo y julio de 2024. Se espera que los resultados de esta encuesta integral estén disponibles a principios de 2026. Estos datos serán cruciales para informar la decisión del consorcio sobre si proceder con la perforación exploratoria. En caso de realizarse descubrimientos comerciales, las proyecciones indican una capacidad de producción potencial de 100.000 a 150.000 barriles por día (bpd), respaldada por una inversión estimada de 1.000 millones de dólares en desarrollo posterior.
Análisis de la reacción del mercado y las implicaciones estratégicas
El sentimiento del mercado en torno a este desarrollo es generalmente alcista para Chevron (CVX) y Occidental Petroleum (OXY). Este movimiento estratégico expande su huella global, otorgándoles acceso a reservas de hidrocarburos nuevas y potencialmente significativas en una región fronteriza poco explorada. Para Chevron, esto se alinea con su estrategia más amplia de adquirir activos de clase mundial y diversificar su base de producción, como lo demuestra su reciente adquisición de Hess Corporation por 53 mil millones de dólares que aseguró una participación del 30% en el Bloque Stabroek de Guyana.
Para Perú, el acuerdo señala un aumento de la inversión extranjera, la creación potencial de empleo y un camino hacia una mayor independencia energética. La presidenta Dina Boluarte subrayó la importancia nacional del proyecto, afirmando:
"La llegada de Chevron, la tercera compañía petrolera más grande del mundo, envía un mensaje fuerte y claro: Perú es un país confiable, serio y estable para la inversión a gran escala."
Además, articuló que las reservas de petróleo y gas confirmadas podrían conducir a un "renacimiento energético" capaz de asegurar el crecimiento económico de Perú durante décadas. Pedro Romero, vicepresidente de exploración internacional de Occidental Petroleum, expresó optimismo, calificando el proyecto como "el comienzo de una nueva aventura".
Contexto más amplio y consideraciones regulatorias
La Cuenca de Trujillo es considerada una de las regiones fronterizas más prometedoras pero menos exploradas de América Latina. Si tiene éxito, el proyecto podría reforzar significativamente la producción nacional de petróleo de Perú, que promedió 46.520 bpd en la primera mitad de 2025, una disminución sustancial de su pico histórico de casi 140.000 bpd en 1995. Este potencial de aumento de la producción podría reducir la dependencia del país de las importaciones de energía y atraer más inversiones de otras grandes petroleras mundiales.
Sin embargo, el proyecto no está exento de complejidades. Los recientes cambios regulatorios en el sector de hidrocarburos de Perú han sido objeto de escrutinio, particularmente por parte del Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi), que planteó preocupaciones sobre posibles infracciones de la neutralidad competitiva. Si bien el gobierno busca racionalizar las operaciones y mejorar el atractivo para los inversores, las implicaciones de estas reformas se extienden a la transparencia, la coherencia regulatoria y los posibles impactos ambientales y sociales en regiones políticamente sensibles. El consorcio deberá navegar estas consideraciones con cuidado, asegurando el cumplimiento de las salvaguardias ambientales y sociales.
Mirando hacia el futuro
El enfoque inmediato del consorcio será el análisis de los resultados de la prospección sísmica marina 3D, que se esperan a principios de 2026. Este será el factor determinante clave para pasar a la siguiente fase de perforación exploratoria. El éxito de esta exploración podría remodelar fundamentalmente el panorama energético de Perú, transformándolo de una nación dependiente de las importaciones a un productor regional significativo. Los inversores monitorearán de cerca los resultados de la perforación y cualquier desarrollo adicional en el marco regulatorio de Perú, así como el cumplimiento del consorcio con los principios de gobernanza ambiental y social, que son cada vez más críticos para los proyectos energéticos a gran escala en los mercados emergentes.