Las acciones de Visa han caído por debajo de sus promedios móviles simples de 50 y 200 días, lo que indica un giro bajista debido al creciente escrutinio regulatorio, las demandas antimonopolio y las amenazas competitivas de los sistemas de pago con monedas estables impulsados por minoristas.
Las acciones de Visa caen en medio de una ruptura técnica y un aumento de las presiones regulatorias y competitivas
Las acciones de Visa Inc. (V) registraron un notable descenso el 10 de septiembre de 2025, cerrando en $338.12 y perforando su media móvil simple (SMA) de 200 días de $339.45. Esta ruptura técnica sigue a una caída previa por debajo de su SMA de 50 días, lo que indica un cambio hacia un sentimiento bajista entre los inversores.
El evento en detalle
El movimiento por debajo de las SMA de 50 y 200 días, indicadores técnicos críticos, sugiere un debilitamiento en las tendencias de precios a largo plazo y un potencial de presión de venta sostenida. Durante los últimos tres meses, las acciones de Visa han disminuido un 9%, con un rendimiento significativamente inferior al del sector en general, que experimentó un descenso del 5.2%, y a la zaga del avance del 9% del S&P 500. En contraste, Mastercard Incorporated (MA) experimentó un descenso más modesto del 1.7%, mientras que American Express Company (AXP) registró una ganancia del 8.5% durante el mismo período. Este bajo rendimiento de Visa se produce incluso después de que la empresa publicara sólidos resultados en el tercer trimestre fiscal.
Análisis de la reacción del mercado
Las preocupaciones de los inversores se centran principalmente en una confluencia de desafíos regulatorios y la intensificación de las amenazas competitivas. El Departamento de Justicia de EE. UU. ha presentado una demanda antimonopolio contra Visa, impugnando sus prácticas de red de débito. El intento de la empresa de desestimar esta demanda fue denegado, lo que sienta las bases para un escrutinio más profundo de sus operaciones. Además, iniciativas legislativas como la Ley de Competencia de Tarjetas de Crédito podrían obligar a los grandes bancos emisores de tarjetas a ofrecer redes de procesamiento que no sean de Visa/Mastercard, lo que podría reducir las tasas de intercambio y aumentar la competencia dentro del ecosistema de pagos.
A nivel internacional, Visa y Mastercard se enfrentan a batallas legales en el Reino Unido, donde el Tribunal de Apelación de la Competencia de Londres dictaminó que sus tarifas de intercambio multilateral violan la ley de competencia europea.
A estos vientos en contra regulatorios se suman las amenazas competitivas emergentes de los principales minoristas. Walmart y Amazon están explorando activamente la emisión de sus propias monedas estables, una medida que podría eludir las vías de pago tradicionales y reducir significativamente los miles de millones que actualmente gastan en tarifas de procesamiento de tarjetas. Estos sistemas de monedas estables impulsados por minoristas y las soluciones de pago basadas en blockchain más amplias plantean un desafío directo al modelo de ingresos tradicional basado en tarifas de Visa.
Contexto más amplio e implicaciones
El potencial de estos desarrollos para socavar los flujos de ingresos establecidos de Visa es una preocupación significativa para la Industria de Pagos. La introducción de monedas estables por parte de los principales minoristas podría generar importantes ahorros de costos para ellos, remodelando potencialmente el panorama global de pagos del comercio electrónico y enviando "ondas de choque a través de los bancos de la nación", según informaron algunos observadores de la industria.
"A pesar de estas presiones, Visa ha mantenido un sólido desempeño financiero, superando las estimaciones de ganancias en cada uno de los últimos cuatro trimestres con una sorpresa promedio del 3.9%. Los analistas proyectan un crecimiento robusto, con la Estimación de Consenso de Zacks indicando un aumento del 13.7% y 12.4% en el EPS fiscal de 2025 y 2026, respectivamente, y aumentos de ingresos del 10.9% y 10.8% para los mismos períodos.
Sin embargo, la valoración de Visa sigue siendo elevada, cotizando a 26.49 veces el precio/beneficio a futuro, en comparación con un promedio de la industria de 21.74 veces. Mastercard cotiza más alto a 31.88 veces, mientras que American Express es más bajo a 19.29 veces. Esta valoración premium podría moderar el alza a corto plazo dados los vientos en contra actuales de la competencia y los desafíos regulatorios.
La empresa también está devolviendo capital activamente a los accionistas, con $6 mil millones devueltos en el último trimestre a través de recompras y dividendos, y un rendimiento por dividendo del 0.7%, superando el promedio de la industria del 0.62%. A 30 de junio de 2025, $29.8 mil millones seguían autorizados para recompras.
Mirando hacia el futuro
La trayectoria futura de las acciones de Visa dependerá en gran medida de la evolución del panorama regulatorio y de la tasa de adopción de sistemas de pago alternativos como las monedas estables. Los inversores seguirán de cerca el progreso del caso antimonopolio del Departamento de Justicia de EE. UU. y los esfuerzos legislativos como la Ley de Competencia de Tarjetas de Crédito. El potencial de la Ley GENIUS para establecer reglas claras para la colateralización de las monedas estables también podría influir en su adopción más amplia.
El éxito de las iniciativas de monedas estables de Walmart y Amazon podría alterar significativamente la dinámica competitiva dentro del sector de pagos. Por el contrario, las inversiones estratégicas de Visa en pagos digitales y expansión internacional, junto con un crecimiento potencial de las transacciones impulsado por los recortes de tasas de interés esperados de la Reserva Federal, podrían proporcionar vientos de cola a largo plazo. El consenso de los analistas sugiere una ganancia potencial del 15.4% desde los niveles actuales, con un objetivo promedio de $397, lo que implica que Wall Street se mantiene constructivo sobre las perspectivas a largo plazo de la empresa a pesar de los desafíos a corto plazo. La transformación continua del mercado de pagos digitales en 2025 será un factor clave para el desempeño de Visa.