Ford reduce la producción de vehículos eléctricos y la fuerza laboral en Colonia

Ford Motor Co. está implementando ajustes significativos en sus operaciones de vehículos eléctricos (VE) en Europa, anunciando planes para reducir su fuerza laboral en hasta 1.000 empleados y la transición de su planta de Colonia, Alemania, a un programa de producción de un solo turno para enero de 2026. Este cambio estratégico es una respuesta directa a una demanda de VE considerablemente menor de lo anticipado en el mercado europeo.

Reducción de la producción y ajustes de la fuerza laboral

La decisión implica reducir la producción en la instalación de Colonia, que anteriormente operaba en dos turnos. La planta, un centro para la producción de VE después de una inversión sustancial de 2 mil millones de dólares (o 2,3 mil millones de euros), actualmente fabrica los SUV Ford Explorer y crossover Capri totalmente eléctricos en la plataforma MEB de Volkswagen. La reducción de la fuerza laboral implicará principalmente paquetes de compra voluntaria. Este movimiento contribuye a la reestructuración europea más amplia de Ford, que ha incluido planes para eliminar 4.000 puestos de trabajo adicionales en toda Europa para finales de 2027. La fuerza laboral total de Ford en Europa era de 28.000 personas en noviembre de 2024.

Análisis de la dinámica del mercado europeo de VE

El principal impulsor detrás del ajuste de Ford es la cruda realidad de que la adopción de VE en Europa está por debajo de las proyecciones anteriores. Cuando la instalación de Colonia comenzó la producción de VE en 2023, se esperaba que los nuevos registros de VE en la región alcanzaran aproximadamente el 35% para finales de 2025. Sin embargo, los pronósticos actuales solo proyectan una cuota de mercado del 20%. Hasta julio de 2025, los VE constituían solo el 15,6% del mercado europeo. Este crecimiento más lento se atribuye a varios factores interconectados: mayores costos iniciales de los vehículos, una infraestructura de carga inadecuada y los incentivos gubernamentales inconsistentes o retirados, en particular el fin de los subsidios a la compra en Alemania. Además, el aumento de las tasas de interés en los EE. UU. y Europa ha encarecido la financiación de vehículos, lo que ha frenado la disposición del consumidor a invertir en VE de mayor precio.

Contexto industrial más amplio e implicaciones financieras

Los desafíos de Ford en el mercado europeo de VE son emblemáticos de una recalibración más amplia dentro del sector automotriz global. La división Model e (división de VE) de la compañía reportó una pérdida de 1.300 millones de dólares en el segundo trimestre de 2025, lo que contribuyó a una pérdida de 2.200 millones de dólares en el primer semestre del año, después de una pérdida de 5.100 millones de dólares el año anterior. Ford también ha enfrentado importantes vientos en contra financieros debido a los aranceles, incurriendo en una pérdida de 800 millones de dólares en el segundo trimestre de 2025 y proyectando un costo relacionado con aranceles de 2.000 millones de dólares para todo el año. Las métricas financieras de la compañía reflejan estas presiones, con un bajo margen operativo del 1,59%, un margen neto del 1,7% y un alto ratio deuda-capital de 3,56. Una baja puntuación Z de Altman de 1,01 sitúa a Ford en la zona de peligro, lo que indica un riesgo potencial de quiebra dentro de dos años, mientras que su retorno sobre el capital invertido (ROIC) del 0,89% se mantiene por debajo de su costo promedio ponderado de capital (WACC).

Otros fabricantes de automóviles importantes también están ajustando sus estrategias de VE. General Motors (GM), a pesar de haber alcanzado la segunda posición en el mercado de VE de EE. UU., anticipa que aumentará la producción de VE "mucho más lentamente ahora durante los próximos años", citando un "cambio sísmico masivo en la demanda de VE y el entorno regulatorio de VE". GM espera una compresión de los márgenes debido a 4 mil millones a 5 mil millones de dólares en aranceles este año y ha revisado a la baja su guía de EBIT ajustado para el año fiscal 2025. De manera similar, Polestar, el fabricante sueco de VE de lujo respaldado por China, reportó una pérdida neta "apocalíptica" de 1 mil millones de dólares estadounidenses (1,5 mil millones de dólares australianos) en el segundo trimestre de 2025, atribuida a aranceles, la disminución de la demanda global de VE y la intensa competencia, lo que llevó a una disminución del 95% del valor de sus acciones desde su oferta inicial.

El mercado europeo, en particular, ha experimentado una feroz competencia. La cuota de mercado general de Ford en Europa se sitúa en el 3,3%, con un aumento de las ventas de solo el 0,7% en los primeros siete meses de 2025. Esto contrasta fuertemente con los fabricantes chinos de VE como BYD, que vieron sus ventas europeas dispararse un 251% interanual en el mismo período. La tendencia más amplia indica una desaceleración global en las ventas de VE, con un crecimiento proyectado que se desacelerará al 7,4% en 2025 desde el 48% en 2024, mientras que las ventas de vehículos híbridos han aumentado un 35% a medida que los consumidores buscan opciones más asequibles.

Mirando hacia el futuro: Cambios estratégicos y evolución del mercado

La recalibración en curso por parte de Ford y otros gigantes automotrices subraya un período crucial de ajuste para el sector de los VE. Jim Farley, CEO de Ford, ha enfatizado que los futuros modelos de VE deben ser tanto asequibles como rentables desde su primer año. La compañía está buscando activamente el desarrollo de nuevos VE más pequeños con precios por debajo de los 30.000 dólares para satisfacer las preferencias cambiantes de los consumidores.

La industria está respondiendo a estas realidades del mercado a través de ajustes estratégicos, incluido un mayor enfoque en las tecnologías híbridas y las empresas conjuntas para reducir los riesgos de inversión y compartir las cargas tecnológicas. Los desafíos resaltan la necesidad de que los fabricantes de automóviles alineen la producción con la demanda real del mercado y aborden la indecisión del consumidor con respecto al costo y la infraestructura. A medida que los indicadores económicos, los marcos regulatorios y las preferencias de los consumidores continúan evolucionando, el sector automotriz probablemente verá más cambios estratégicos, una posible consolidación y un enfoque diversificado para las ofertas de sistemas de propulsión en los próximos años.