BP inicia la producción del campo Murlach, reforzando el enfoque en hidrocarburos
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BP plc ha iniciado la producción en su campo Murlach en el Mar del Norte del Reino Unido, lo que indica el sexto proyecto upstream significativo de la principal energética en 2025. Este desarrollo es un componente clave de la estrategia recalibrada de BP, que enfatiza cada vez más su negocio tradicional de petróleo y gas para mejorar la capacidad de producción y los retornos para los accionistas.
El evento en detalle
El campo Murlach es un proyecto de redesarrollo, que pone en línea un campo que anteriormente estuvo operativo a principios de la década de 2000. Se espera que contribuya aproximadamente con 15.000 barriles equivalentes de petróleo por día (boe/d) en su pico al Proyecto del Área del Canal Oriental (ETAP), un centro de larga data en el Mar del Norte central. Esto es parte de una iniciativa más amplia en la que los seis nuevos desarrollos de BP en 2025, que comprenden dos proyectos de petróleo y cuatro de gas, se proyecta que entregarán un total combinado de 150.000 boe/d en su pico. Estos esfuerzos están alineados con el objetivo estratégico de BP de añadir 250.000 boe/d de producción neta máxima combinada para finales de 2027, con el objetivo final de una producción total entre 2,3 millones y 2,5 millones de boe/d para 2030.
Análisis de la reacción del mercado
El nuevo énfasis de BP en la producción de hidrocarburos, denominado plan "Reset bp", representa un cambio notable con respecto a sus compromisos anteriores de acelerar la transición energética. Este giro estratégico, revelado bajo el CEO Murray Auchincloss, busca equilibrar el valor a corto plazo para los accionistas con la demanda global continua de petróleo y gas. La compañía planea aumentar las inversiones anuales en petróleo y gas a aproximadamente $10 mil millones, un aumento de aproximadamente el 20%, mientras que simultáneamente reduce las inversiones anuales en iniciativas de bajas emisiones de carbono de un objetivo anterior de $7 mil millones a un rango de $1.5 a $2 mil millones. Esta reasignación de capital está diseñada para impulsar un mejor rendimiento financiero, apuntando a retornos sobre el capital empleado promedio que superen el 16% para 2027.
Este movimiento ha sido influenciado por factores como la persistente demanda global de petróleo y gas, particularmente dentro de los sectores industrial y de transporte, y el impulso para mejorar los retornos para los accionistas. La compañía también apunta a reducciones significativas de costos estructurales de $4-5 mil millones para 2027 y planea $20 mil millones en desinversiones de activos para el mismo año, incluidas posibles salidas de asociaciones como Castrol y Lightsource BP.
Contexto más amplio e implicaciones
El cambio estratégico de BP ha generado una considerable discusión en todo el sector energético. Si bien priorizar la rentabilidad a corto plazo, los precios del petróleo más altos, las operaciones optimizadas y un enfoque en proyectos de hidrocarburos de alto rendimiento han mostrado beneficios inmediatos, lo que lleva a mejores márgenes y retornos para los accionistas, persisten las preocupaciones sobre las vulnerabilidades a largo plazo. Las acciones de la compañía experimentaron un aumento del 2,33% a $32,49 el 4 de agosto de 2025, luego de actualizaciones financieras positivas, incluido un ingreso neto ajustado de $2,4 mil millones en el segundo trimestre de 2025, superando las expectativas de los analistas.
Este enfoque contrasta con el de algunos pares europeos, como TotalEnergies, que mantiene un compromiso más fuerte con las inversiones bajas en carbono. Sin embargo, otras grandes empresas como Shell también han ajustado sus planes de transición, y sus contrapartes estadounidenses como ExxonMobil y Chevron continúan con estrategias robustas de crecimiento de hidrocarburos. ExxonMobil espera una producción de 5,4 millones de barriles por día para 2030, mientras que Chevron proyecta un crecimiento del 6% hasta 2026.
Añadiendo más contexto, BP revisó recientemente al alza sus pronósticos de demanda de petróleo y gas a largo plazo, proyectando que la demanda de petróleo alcanzará aproximadamente 83 millones de barriles por día (bpd) en 2050, frente a un pronóstico anterior de 77 millones de bpd. Las proyecciones de gas natural también se ajustaron al alza. Esta revisión se atribuye a la intensificación de las preocupaciones sobre la seguridad energética debido a los conflictos geopolíticos y el creciente proteccionismo comercial, lo que prolonga la importancia estratégica de los hidrocarburos a pesar de la aceleración de las inversiones en energía renovable.
Comentario de expertos
La estrategia "Reset bp" ha provocado un intenso debate entre inversores, analistas y defensores del clima. Los críticos argumentan que la reducción de las inversiones en energías renovables y los objetivos de transición climática podrían exponer a BP a riesgos regulatorios, de reputación y de mercado en un mundo en descarbonización. Como señalaron los analistas, "> Los beneficios inmediatos de la estrategia de BP son claros, con precios del petróleo más altos, operaciones optimizadas y un reenfoque en proyectos de hidrocarburos de alto rendimiento que mejoran los márgenes y los retornos para los accionistas. Sin embargo, surgen riesgos a largo plazo por los activos varados y las presiones regulatorias." Esto resalta la tensión continua dentro del sector del petróleo y el gas entre la eficiencia del capital y la transición energética, equilibrando el optimismo de los inversores con el escrutinio ambiental.
Mirando hacia el futuro
En los próximos trimestres, los participantes del mercado seguirán de cerca la ejecución del plan "Reset bp" de BP, particularmente con respecto a su capacidad para lograr los objetivos de producción y las eficiencias financieras establecidas mientras navega el posible escrutinio de los inversores centrados en ESG y los defensores del clima. Los factores clave a observar incluyen nuevas actualizaciones sobre la reasignación del gasto de capital, el progreso en las desinversiones de activos y la capacidad de la compañía para adaptar su estrategia sin comprometer la resiliencia financiera a largo plazo en un panorama energético en evolución. La interacción entre la demanda energética global sostenida y el cambio acelerado hacia las fuentes de energía renovables seguirá definiendo las elecciones estratégicas de las principales compañías energéticas como BP.