Los datos logísticos indican un debilitamiento de la actividad económica
El Índice de Gerentes de Logística (LMI) de septiembre registró 57.4, marcando una disminución de 1.9 puntos con respecto a la lectura de agosto de 59.3 y su lectura general más baja desde marzo. Esta desaceleración en la expansión logística se atribuye predominantemente a una tasa de crecimiento decreciente en la mayoría de las submétricas. En particular, la Utilización del Transporte experimentó una caída significativa de 4.7 puntos, estableciéndose en 50.0, lo que significa "sin movimiento" en esta categoría crítica. Esta lectura de 50.0 representa el septiembre más débil registrado para la Utilización del Transporte, un mes históricamente caracterizado por una actividad robusta dentro del mercado de carga. Durante los últimos ocho años, la lectura promedio de septiembre para la Utilización del Transporte ha sido de 65.1, lo que subraya la dramática desviación estacional observada.
Según el LMI, un índice de difusión donde las lecturas superiores a 50.0 denotan expansión y las inferiores a 50.0 contracción, el informe publicado el 7 de octubre de 2025, también destacó una "ligera inversión negativa persistente del transporte de carga" que comenzó en agosto. Los Precios del Transporte, en 54.2 (una disminución de 1.9 puntos), cayeron justo por debajo de la Capacidad de Transporte, que se situó en 55.1 (una disminución de 2.2 puntos). Si bien los Precios del Transporte continúan expandiéndose, esto representa su tasa de crecimiento más lenta desde abril de 2024, lo que señala el final de la recesión de carga más reciente. Esta inversión está impulsada en gran medida por los encuestados ascendentes, quienes informaron una expansión muy marginal de los Precios del Transporte en 51.4.
Otros componentes del LMI también reflejaron cambios: la expansión del Nivel General de Inventario se desaceleró en 3.1 puntos hasta 55.2, aunque los Costos de Inventario se mantuvieron elevados en 75.5 (una disminución de 3.7 puntos), con las empresas descendentes (79.2) asumiendo costos más altos que sus contrapartes ascendentes (73.3). Por el contrario, la Utilización de Almacenamiento aumentó en 3.2 puntos hasta 65.3, y la Capacidad de Almacenamiento experimentó un modesto aumento de 1 punto hasta 51.6.
Panorama económico cambiante y perspectivas del mercado
La economía de EE. UU. se encamina a una desaceleración proyectada a medida que el impacto del gasto del consumidor "adelantado" y la acumulación de inventarios, previamente impulsados por las anticipaciones de aranceles e inflación, comienza a disminuir. Los consumidores habían acelerado el gasto para anticipar futuras subidas de precios, generando un crecimiento a corto plazo pero acumulando riesgos a largo plazo. Este comportamiento llevó a un aumento significativo de las importaciones en el primer trimestre de 2025, que añadió un 41.3% a los niveles anteriores, distorsionando las cadenas de suministro e inflando los niveles de inventario. Este aumento de las importaciones también restó 5.0 puntos porcentuales al crecimiento del PIB en el primer trimestre de 2025.
A medida que esta fase de "adelanto de compras" concluye, se proyecta que la economía de EE. UU. experimente una contracción o una desaceleración significativa. Se pronostica que el crecimiento del PIB real se desacelere a 1.7% en 2025 y 1.4% en 2026, con un crecimiento en el cuarto trimestre de 2025 que podría desacelerarse a solo 1.2% interanual. Otras proyecciones indican que el PIB real se desacelerará a 1.4% en 2026 desde 1.8% en 2025, mientras que la OCDE pronostica que el PIB de EE. UU. se desacelerará del 2.8% en 2024 al 1.6% en 2025.
El gasto del consumidor, un motor principal de la economía estadounidense, se anticipa que se debilitará considerablemente. El enfriamiento del mercado laboral, los elevados costos de endeudamiento y la incertidumbre política se espera que reduzcan el crecimiento del gasto del consumidor del 5.7% en 2024 al 3.7% en 2025, con nuevas disminuciones al 2.9% en 2026. Se espera que el gasto de consumo personal real se desacelere del 2.8% en 2024 al 1.9% en 2025 y al 1.2% en 2026. Los efectos menguantes del "adelanto de compras", junto con los precios persistentemente altos, se espera que erosionen el poder adquisitivo, particularmente para los hogares de ingresos bajos a medios-altos, para 2026. Los mercados financieros pueden estar pasando por alto estos informes económicos privados, posiblemente debido a bloqueos de datos oficiales, instando a los inversores a priorizar los sectores no discrecionales en medio de esta incertidumbre.
Rendimiento corporativo y vulnerabilidades sectoriales
Las ganancias corporativas sirven como un indicador crítico para los inversores, representando el "alma de la inversión, la contratación y los retornos del mercado". En el segundo trimestre de 2025, las ganancias de la producción actual experimentaron un modesto aumento de 6.8 mil millones de dólares con respecto al primer trimestre. Sin embargo, esta cifra fue revisada significativamente a la baja en 58.7 mil millones de dólares con respecto a las estimaciones anteriores. Las ganancias corporativas después de impuestos se mantuvieron cerca del extremo superior del rango post-pandemia, pero no mostraron una tendencia alcista decisiva. Esta divergencia entre una producción económica acelerada y un crecimiento estancado de las ganancias es significativa para los inversores en acciones, a quienes se les paga en ganancias, no en PIB. Los márgenes de beneficio neto han estado bajo presión, contribuyendo a un perfil de "meseta con ondulaciones" de las ganancias corporativas durante los últimos dos años, lo que sugiere rendimientos futuros más desafiantes cuando los márgenes de beneficio se aplanan mientras que los múltiplos de precios aumentan.
El economista Zandi destaca que un sector del transporte débil está exacerbando la fragilidad de varias industrias, identificando la agricultura, la minería y la manufactura ligera como particularmente vulnerables. Además, Zandi enumera seis industrias que actualmente están experimentando una recesión: el transporte y la distribución, la agricultura, la minería, la manufactura, la construcción y el gobierno federal. Estos sectores se ven afectados de manera desproporcionada por factores como aranceles más altos y políticas de inmigración restrictivas. El análisis indica que veintiún estados y el Distrito de Columbia, que representan colectivamente aproximadamente un tercio de la actividad económica de EE. UU., ya están experimentando una recesión, siendo la mayoría de estos estados productores de bienes.
Los líderes financieros aconsejan precaución
En una serie de advertencias recientes, influyentes líderes financieros han aconsejado a los inversores que se preparen para una posible desaceleración del mercado. Jamie Dimon, CEO de JPMorgan Chase, expresó estar "mucho más preocupado que otros" por una corrección inminente, estimando una probabilidad del 30% de una caída grave en las acciones de EE. UU. dentro de los próximos seis meses a dos años, significativamente más alta que la probabilidad del 10% percibida por el mercado.
"Estoy mucho más preocupado que otros", afirmó Dimon, señalando las crecientes tensiones geopolíticas y la creencia de que los mercados bursátiles de EE. UU. parecen "sobrecalentados" y las acciones están "mucho más sobrecalentadas" de lo que los inversores se dan cuenta, destacando la complacencia generalizada del mercado. También advirtió contra el optimismo desenfrenado en la IA, estableciendo paralelismos con la burbuja de las puntocom de finales de la década de 1990.
Larry Fink, CEO de BlackRock, advirtió en abril de 2025 que los mercados globales podrían enfrentar pérdidas más profundas y sugirió que EE. UU. podría estar ya en recesión. Advirtió que los mercados de valores podrían caer otro 20%, aunque también considera tal caída como una posible oportunidad de compra a largo plazo.
De manera similar, David Solomon, presidente y CEO de Goldman Sachs, ha aconsejado a los inversores que se preparen para una posible caída del mercado de valores dentro de los próximos 12 a 24 meses, señalando que la actual racha alcista prolongada, fuertemente alimentada por el entusiasmo de la IA, podría ser seguida por una corrección significativa.
Navegando las futuras condiciones del mercado
Estas advertencias colectivas de figuras financieras líderes sugieren un período de retornos potencialmente más bajos para las acciones en comparación con el pasado reciente. El cambiante panorama económico requiere un enfoque estratégico para los inversores. Se hace hincapié en la diversificación y el análisis fundamental sobre el crecimiento especulativo. Las empresas pueden necesitar girar estratégicamente, centrándose en la eficiencia de costos, el fortalecimiento de los balances y priorizando el crecimiento sostenible sobre la expansión agresiva.
Se espera que surjan oportunidades en acciones de valor, empresas que demuestren un fuerte flujo de caja libre y aquellas dentro de sectores defensivos que puedan mostrar resiliencia durante una recesión económica. Los inversores deben monitorear de cerca los próximos informes económicos, las ganancias de las empresas y las decisiones políticas para obtener más indicaciones sobre la dirección del mercado. El entorno general apunta a una mayor incertidumbre e inestabilidad, con la inflación inducida por aranceles, los desequilibrios fiscales y los signos de enfriamiento del mercado laboral que contribuyen a estos desafíos, lo que convierte a un mercado bajista recesivo en una consideración importante.
fuente:[1] Datos logísticos apuntan a una recesión inminente | Seeking Alpha (https://seekingalpha.com/article/4829095-logi ...)[2] Informe del Índice de Gerentes de Logística® (LMI®) de septiembre de 2025 en 57.4 (http://www.the-lmi.com ...)[3] Navegando los riesgos del gasto del consumidor anticipado en una economía estadounidense en desaceleración (https://vertexaisearch.cloud.google.com/groun ...)