El plan del Banco de Inglaterra para limitar las tenencias de stablecoins de individuos y empresas ha recibido importantes críticas de grupos de la industria cripto, generando preocupaciones sobre la competitividad del mercado del Reino Unido.
Resumen Ejecutivo
El Banco de Inglaterra (BoE) ha propuesto límites a las tenencias individuales y empresariales de stablecoins sistémicas, una medida que ha sido recibida con una fuerte oposición de la industria de las criptomonedas. Los críticos argumentan que estas propuestas son poco prácticas y podrían impedir la ambición del Reino Unido de convertirse en un centro cripto global, fomentando un entorno de incertidumbre regulatoria en comparación con otras jurisdicciones importantes.
El Evento en Detalle
El Banco de Inglaterra ha esbozado planes para imponer límites a las tenencias de stablecoins sistémicas en el Reino Unido. Según estas propuestas, los individuos se enfrentarían a límites de £10,000 a £20,000, mientras que las empresas estarían limitadas a £10 millones. El BoE justifica estas restricciones para prevenir las salidas de depósitos de los bancos tradicionales y para salvaguardar la estabilidad financiera dentro del sistema económico más amplio. Sin embargo, prominentes grupos de la industria cripto, incluyendo Coinbase y varias asociaciones comerciales del Reino Unido, sostienen que estas propuestas son inviables y difíciles de aplicar. Argumentan que tales medidas estrictas colocarían al Reino Unido en una desventaja competitiva en el panorama global de activos digitales en rápida evolución.
Implicaciones para el Mercado
Las regulaciones de stablecoins propuestas por el Banco de Inglaterra presentan una desviación significativa de los enfoques adoptados por otras jurisdicciones financieras líderes. A diferencia de los Estados Unidos con su GENIUS Act o la Unión Europea con MiCA (Reglamento de Mercados de Criptoactivos), que se centran principalmente en reservas completas y de alta calidad, divulgaciones públicas frecuentes y el reembolso el mismo día a la par, el marco del Reino Unido introduce límites directos de tenencia. El enfoque del Reino Unido se describe como "más pesado y costoso", tratando las stablecoins respaldadas por fiat emitidas en el Reino Unido de manera similar a los valores y exigiendo requisitos extensos como la divulgación tipo prospecto y las reglas de respaldo prudencial. Esto podría disuadir a los innovadores e inversores cripto, lo que podría llevar a las empresas a buscar entornos regulatorios más unificados y menos onerosos en la UE o EE. UU. Las asociaciones comerciales han expresado su preocupación de que Londres corre el riesgo de perder su ventaja en la economía cripto global debido a la falta de reglas claras y la incertidumbre regulatoria, lo que podría ahuyentar a las startups.
Comentario de Expertos
Andrew Bailey, Gobernador del Banco de Inglaterra, articuló las preocupaciones del banco central, afirmando: "Las stablecoins conllevan el riesgo de retirar fondos del sistema bancario, lo que resulta en una disminución de los fondos prestables". Agregó que esto "podría tener un impacto negativo en todo el sistema financiero", abogando por que los bancos ofrezcan depósitos tokenizados como una alternativa más deseable. Los representantes de la industria, por el contrario, destacan el potencial de estos límites para perjudicar a los ahorradores del Reino Unido y la necesidad de costosos nuevos sistemas de implementación. Sasha Mills (BoE) y Simon Jennings (The Payments Association) se encuentran entre los involucrados en el diálogo continuo sobre estas propuestas.
Contexto Más Amplio
La rápida expansión de las stablecoins ha introducido desafíos de política complejos para los reguladores financieros a nivel mundial. El Banco de Pagos Internacionales (BIS) señaló un aumento sustancial en la capitalización del mercado de stablecoins a $255 mil millones, con el número de stablecoins activas creciendo de 60 a más de 170 en menos de un año. El BIS identifica riesgos clave que incluyen riesgos de estabilidad financiera debido a los crecientes vínculos de las stablecoins con las finanzas tradicionales, preocupaciones sobre actividades ilícitas dada su naturaleza seudónima y sin fronteras, y amenazas potenciales a la soberanía monetaria, particularmente por el dominio de las stablecoins vinculadas al dólar estadounidense que representan el 99% del valor de mercado y $400 mil millones en volumen de operaciones trimestral. Las propuestas actuales del Reino Unido, aunque tienen como objetivo mitigar estos riesgos, se enfrentan al escrutinio por crear potencialmente un entorno más restrictivo que las normas internacionales y obstaculizar la innovación en el espacio de los activos digitales.