El Servicio de Impuestos Internos ha expandido significativamente su vigilancia de las criptomonedas, pasando al análisis de blockchain en tiempo real y a solicitudes amplias de datos a los intercambios, lo que impacta profundamente el cumplimiento fiscal y la privacidad.

Resumen Ejecutivo

El Servicio de Impuestos Internos (IRS) ha ampliado su vigilancia de las criptomonedas, pasando de investigaciones individuales específicas a solicitudes generalizadas de datos y análisis sofisticados de blockchain. Este cambio estratégico orienta la tributación de las criptomonedas hacia un modelo de cumplimiento de "exclusión voluntaria", obligando a millones de usuarios a demostrar su adhesión. La decisión de la Corte Suprema de EE. UU. de negar la revisión de un caso de privacidad que involucra a Coinbase ha afirmado el amplio acceso del IRS a los datos financieros digitales en poder de plataformas de terceros, solidificando aún más esta postura de aplicación de la ley.

Desde 2017, el IRS ha ampliado constantemente sus capacidades, evolucionando de investigaciones estrechas a solicitudes masivas de registros de usuarios de los principales intercambios como Coinbase, Kraken, Poloniex y Circle. Utilizando "citaciones John Doe" y análisis avanzados de blockchain, la agencia ahora puede rastrear transacciones de criptomonedas en tiempo real. Los expertos legales confirman esta transición a un enfoque más agresivo, con el objetivo de identificar el incumplimiento fiscal en múltiples intercambios de criptomonedas.

Un desarrollo crucial ocurrió con la negativa de la Corte Suprema de EE. UU. a revisar el caso de privacidad de James Harper relacionado con el acceso del IRS a los datos de los usuarios de Coinbase. Esta decisión respalda la "doctrina de terceros", que postula que las personas pierden su expectativa de privacidad al compartir información con plataformas externas. A pesar de los argumentos de Coinbase, defensores de la privacidad y X (anteriormente Twitter) que instaban a reconsiderar la doctrina en la era digital, el fallo confirma que los usuarios de intercambios centralizados carecen de protección de la Cuarta Enmienda sobre el acceso gubernamental a sus datos financieros.

Implicaciones para el mercado y cambio de cumplimiento

Este cambio en la aplicación de la ley crea un "punto de inflexión" en la aplicación de impuestos a las criptomonedas, como lo describió Nick Waytula, jefe de impuestos en Crypto Tax Calculator, transformándolo en un modelo de "exclusión voluntaria" donde los contribuyentes deben demostrar activamente su cumplimiento. El Inspector General del Tesoro para la Administración Tributaria (TIGTA) informó una tasa potencial de incumplimiento del 75 % entre los usuarios de criptomonedas identificados a través de datos de intercambio a principios del año fiscal 2024, lo que alimenta directamente los casos en el proceso de auditoría. Se espera que este mayor escrutinio aumente la demanda de software y servicios de impuestos criptográficos, y puede llevar a algunos usuarios a buscar soluciones más centradas en la privacidad o a abandonar el ecosistema. A largo plazo, esta tendencia integra las criptomonedas más profundamente en los marcos regulatorios financieros tradicionales, lo que podría fomentar una mayor adopción institucional debido a reglas más claras, aunque más estrictas.

David Klasing, un abogado fiscalista con doble certificación, señaló que el IRS ha pasado de dirigirse a "grupos más reducidos" a investigaciones de cumplimiento más amplias en múltiples intercambios. También destacó "informes erróneos masivos por parte de destacados intercambios de criptomonedas" durante 2017-2019, lo que llevó a los clientes a recibir avisos y "cartas de 90 días" del IRS.

Perspectivas regulatorias y el régimen 1099-DA

El próximo régimen de informes 1099-DA, que entrará en vigor el 1 de enero de 2025 para las enajenaciones del año fiscal 2025, marca un cambio significativo en los informes fiscales de criptomonedas. Este nuevo formulario tiene como objetivo estandarizar los requisitos de presentación de informes, exigiendo que los "corredores" —incluidos los intercambios, los proveedores de monederos de activos digitales y, potencialmente, los cajeros automáticos de criptomonedas— emitan formularios 1099-DA tanto a los contribuyentes como al IRS. Estos formularios detallarán los ingresos, la base del costo y las ganancias/pérdidas de cada transacción en una plataforma determinada, y los informes de la base del costo para los valores cubiertos comenzarán en 2026.

Sin embargo, la implementación del 1099-DA presenta desafíos. Una preocupación principal es el seguimiento preciso de la base del costo, especialmente para los inversores que utilizan múltiples intercambios, monederos y plataformas. Como afirmó Lawrence Zlatkin, vicepresidente de impuestos de Coinbase, si una criptomoneda se compra en una plataforma y se vende en otra, el intercambio vendedor puede no conocer la base del costo original, lo que lleva a informes potencialmente inexactos. Esto podría resultar en que los inversores reciban numerosos formularios 1099-DA potencialmente incorrectos, aumentando su carga de conciliación y potencialmente desencadenando más auditorías del IRS.

Además, los críticos argumentan que la amplia definición de "corredor de criptomonedas" según las reglas propuestas podría afectar significativamente al sector de las Finanzas Descentralizadas (DeFi). Muchas plataformas DeFi y monederos sin custodia no retienen la información de usuario requerida, lo que genera preocupaciones de que estos requisitos de informes podrían obligarlos a retirar servicios de EE. UU., sofocando efectivamente la innovación en el espacio DeFi doméstico. El nuevo régimen también introduce campos específicos para informar stablecoins (Recuadro 11a) y NFT (Recuadro 11b), con la expectativa de que las reglas de venta de lavado, actualmente no aplicables a las criptomonedas, pronto se extiendan a los activos digitales.