El presidente bielorruso Aleksandr Lukashenko ha ordenado una adopción acelerada de criptomonedas y una regulación más clara para reforzar la resiliencia económica frente a las sanciones internacionales, ya que los pagos externos de criptomonedas alcanzaron los 1.700 millones de dólares en julio de 2025.
Resumen Ejecutivo
El Presidente bielorruso Aleksandr Lukashenko está impulsando una adopción acelerada de criptomonedas y pagos en efectivo para sortear las sanciones internacionales, enfatizando la resiliencia económica. Esta directriz incluye llamamientos a una supervisión regulatoria más clara y a un sistema de pagos instantáneos para fin de año. La medida sigue a volúmenes significativos de pagos externos con criptomonedas, estimados en 1.700 millones de dólares en los primeros siete meses de 2025.
El Evento en Detalle
El Presidente Lukashenko, en una reunión gubernamental el 5 de septiembre de 2025, pidió reglas transparentes para el mercado de criptomonedas de Bielorrusia. Esta directriz tiene como objetivo abordar problemas como las pérdidas financieras sufridas por los inversores —con 1.600 personas que supuestamente perdieron fondos y la mitad de las empresas emisoras de tokens de criptomonedas del país colapsaron. Lukashenko expresó su frustración por los retrasos en la implementación regulatoria, haciendo referencia a la Ordenanza No. 8 de diciembre de 2017, que legalizó las transacciones de criptomonedas, la minería y la emisión de tokens dentro del Parque de Alta Tecnología. El gobierno busca proteger a los ciudadanos y asegurar el control estatal sobre el sector de activos digitales.
Mecanismos Financieros e Imperativos Estratégicos
La estrategia de Bielorrusia implica el desarrollo de un banco experimental de criptomonedas nacional, aprobado por Lukashenko y propuesto por el Primer Viceministro del Banco Nacional Aleksandr Yegorov. Este banco se centrará en atraer inversores extranjeros y facilitar transacciones exclusivamente con criptomonedas, excluyendo los depósitos en moneda local de los ciudadanos bielorrusos. Se prevé el lanzamiento de una "rublo digital" Moneda Digital de Banco Central (CBDC) controlada por el estado para 2026, destinada a servicios gubernamentales y transacciones minoristas. El país implementó regulaciones en 2023 que prohíben a los individuos comerciar con criptomonedas fuera de los intercambios registrados, centralizando la actividad a través de intercambios con licencia en el Parque de Alta Tecnología. Este enfoque se alinea con esfuerzos más amplios para integrar las criptomonedas en pagos transfronterizos para eludir las restricciones financieras occidentales. Los pagos externos a través de intercambios de criptomonedas totalizaron 1.700 millones de dólares en los primeros siete meses de 2025, con proyecciones de alcanzar los 3.000 millones de dólares para fin de año. Esto ocurre en un contexto global donde las multas regulatorias contra instituciones financieras, incluidas las empresas de activos digitales, se cuadruplicaron en el primer semestre de 2025 a 1.230 millones de dólares, en comparación con los 238,6 millones de dólares en el primer semestre de 2024. Casos notables incluyen la multa de más de 504 millones de dólares de OKX por fallas en el programa AML y la multa de más de 100 millones de dólares de BitMEX por problemas similares.
Implicaciones de Mercado más Amplias y Contexto Geopolítico
El impulso de Bielorrusia para la adopción de criptomonedas se enmarca en un contexto de crecientes sanciones internacionales, particularmente de la Unión Europea, que introdujo un 18º paquete de sanciones en julio de 2025 que amplía las prohibiciones a los proveedores de servicios de criptoactivos vinculados a la evasión de sanciones. Esta estrategia posiciona a Bielorrusia como un "refugio digital" a través de regulaciones controladas por el estado y el desarrollo de infraestructura blockchain, similar al uso de sistemas financieros alternativos por parte de Rusia e Irán para mantener el comercio y acceder al capital. El objetivo es reducir la dependencia de las monedas digitales extranjeras y reforzar el control estatal sobre la innovación financiera, reflejando la tendencia de desdolarización observada en algunas economías. Si bien ofrece oportunidades potenciales en la infraestructura blockchain, la estrategia también presenta riesgos, incluidos retrasos regulatorios, el colapso de proyectos de tokens y las sanciones existentes de EE. UU. sobre entidades pro-Rusia. El panorama económico del país se ha remodelado profundamente por su alineación con Rusia, lo que ha llevado a medidas que permiten el control estatal sobre empresas de propiedad extranjera y restricciones a las retiradas de capital.