Europa entra en su temporada de calefacción con los niveles de almacenamiento de gas natural en su punto más bajo desde 2021, un escenario que podría beneficiar significativamente a Equinor (NYSE:EQNR), el mayor proveedor de gas natural del continente, en medio de posibles limitaciones de suministro y un aumento de la demanda.

El panorama del gas natural en Europa

El mercado europeo del gas natural se enfrenta a un escrutinio cada vez mayor a medida que el continente entra en la temporada crítica de calefacción con los niveles de inventario más bajos desde 2021. Esta situación, marcada por un almacenamiento actual un 16% por debajo de las cifras del año pasado, sienta las bases para una posible volatilidad, especialmente para actores clave como Equinor (NYSE:EQNR), el mayor proveedor de gas natural de Europa.

La significativa reducción del gas almacenado se atribuye en gran medida a factores relacionados con el clima, específicamente a un déficit en la generación de energía renovable que comenzó en otoño y se extendió hasta el invierno. Esto llevó a que la demanda de gas natural en Europa durante los primeros tres meses de 2025 fuera notablemente superior a la de 2023 y 2024. Si bien Europa ha diversificado sus rutas de suministro tras su desvinculación económica de Rusia, anteriormente su principal proveedor de energía, las continuas limitaciones de suministro combinadas con los bajos inventarios aumentan la probabilidad de un aumento de precios.

La posición de Equinor en medio de la dinámica del mercado

Equinor obtendrá considerables beneficios si se materializa una crisis del gas natural. El posicionamiento estratégico de la empresa como principal proveedor de gas natural de Europa, junto con su atractiva valoración, caracterizada por una baja relación precio/beneficios (P/E), importantes recompras de acciones y un generoso dividendo, ofrece un cierto grado de protección a la baja para los inversores.

Financieramente, Equinor informó ingresos de 55.100 millones de dólares en los dos primeros trimestres de 2025, lo que representa un aumento del 9 % en comparación con el mismo período en 2024. Sin embargo, los costos operativos aumentaron más rápidamente, un 14 % hasta 40.500 millones de dólares durante el mismo período. El ingreso neto para la primera mitad de 2025 disminuyó un 13 % hasta 3.950 millones de dólares, una disminución que reflejó la caída del 15 % en los precios del petróleo durante el período. A pesar de la disminución general del ingreso neto, Equinor experimentó un aumento en su producción upstream, principalmente de gas natural, mientras que la producción de petróleo observó una ligera disminución.

Contexto más amplio e implicaciones

La seguridad energética de Europa sigue siendo una preocupación destacada. El continente ha buscado activamente reducir su dependencia del gas natural ruso, y Noruega y EE. UU. suministran ahora colectivamente aproximadamente la mitad de todas las importaciones de gas europeas. Sin embargo, esta diversificación conlleva sus propios desafíos, incluida una disminución proyectada del 12 % en la producción de gas natural de Noruega para fines de la década en comparación con el año pasado.

Los elevados precios de la energía en Europa, particularmente los precios del gas natural, continúan representando una amenaza para la competitividad industrial. El sector químico europeo, por ejemplo, se mantiene por debajo de los niveles de competitividad anteriores a la crisis, siendo los precios del gas europeo tres veces más altos que los de EE. UU. durante enero-julio de 2025. A pesar de las importantes inversiones en energía limpia –proyectadas para alcanzar aproximadamente 390.000 millones de dólares en 2025– los desafíos en la infraestructura de la red han limitado la distribución efectiva de la energía renovable, lo que contribuye a las disparidades de precios y la restricción de las fuentes renovables en algunas regiones.

Comentario de expertos

Análisis recientes de bancos de inversión ofrecen una perspectiva matizada sobre las perspectivas de Equinor. Morgan Stanley rebajó recientemente la calificación de Equinor ASA (ADR) (NYSE:EQNR) de "Igual ponderación" a "Infraponderación", ajustando su precio objetivo de 24,80 $ a 23,00 $. La rebaja se atribuyó principalmente a la mayor sensibilidad de Equinor a los precios del petróleo y el gas en comparación con otras grandes compañías energéticas europeas, debido a su enfoque en las operaciones upstream y a sus limitadas operaciones midstream y downstream.

Morgan Stanley señaló que un promedio sostenido del crudo Brent de 60 dólares por barril en 2026 podría hacer que el flujo de caja libre de Equinor cayera a aproximadamente 2.700 millones de dólares el próximo año. Este escenario, según su análisis, solo cubriría parcialmente el dividendo regular de la compañía, que actualmente asciende a unos 4.000 millones de dólares anuales, dejando un margen mínimo para la recompra de acciones. A pesar de estas preocupaciones, Morgan Stanley reconoció a Equinor como una:

"empresa de petróleo y gas de alta calidad" con una posición ventajosa en Noruega y el estatus de mayor proveedor de gas natural de Europa.

Mirando hacia el futuro

El futuro inmediato de los precios del gas natural europeo y, por extensión, la rentabilidad a corto plazo de Equinor, dependen significativamente de los patrones climáticos a medida que avanza la temporada de calefacción. Un invierno más frío de lo esperado podría exacerbar los niveles actuales de bajo almacenamiento, lo que podría elevar los precios y aumentar los ingresos de Equinor. Por el contrario, un invierno templado podría moderar la demanda, mitigando el riesgo de una crisis grave.

A largo plazo, la continua transición de Europa hacia las fuentes de energía renovables y sus esfuerzos por mejorar la infraestructura de la red serán factores críticos que influyan en el mercado del gas natural. Si bien la UE está acelerando sus inversiones en energía limpia, persisten los desafíos para ampliar la infraestructura y garantizar un suministro estable. Para Equinor, su valoración actual, junto con un dividendo constante, es vista por algunos como una posición favorable para los inversores que esperan un posible alza de la dinámica del mercado, incluso si no se materializa un aumento significativo del precio del gas. Monitorear los próximos informes económicos, particularmente los relacionados con la demanda de energía y la producción renovable, será crucial para los inversores.