El informe del Índice de Precios al Consumidor de julio reveló que la inflación subyacente aumentó un 0,3% intermensual, la mayor subida en seis meses, y un 3,1% interanual, lo que indica presiones inflacionarias persistentes impulsadas en gran medida por los aranceles, lo que podría complicar las decisiones de recorte de tasas de la Reserva Federal.

Informe del IPC de julio: inflación subyacente persistente en medio de cifras generales estables

Las acciones estadounidenses cerraron al alza tras el informe del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de julio, con los inversores reaccionando a un panorama inflacionario mixto. Si bien la inflación general se mantuvo estable, un notable aumento de la inflación subyacente, impulsado principalmente por los aranceles, ha introducido complejidades en las decisiones de política monetaria de la Reserva Federal.

El informe del IPC de julio presentó una visión matizada de la inflación. El Índice de Precios al Consumidor general (IPC general) se mantuvo estable en un 2,7% interanual, sin cambios desde junio, y aumentó un modesto 0,2% intermensual. En contraste, el IPC subyacente, que excluye los volátiles precios de los alimentos y la energía, avanzó a un 3,1% interanual en julio, por encima del 2,9% de junio, superando el pronóstico de consenso del 3,0% y marcando su nivel más alto desde febrero. Mensualmente, el IPC subyacente subió un 0,3%, lo que representa su mayor aumento en seis meses.

Varias categorías experimentaron aumentos de precios notables. Si bien los precios de la energía, particularmente la gasolina, disminuyeron un 2,2% intermensual, lo que ayudó a contener la inflación general, los costos de la vivienda aumentaron un 0,2%. También se observaron aumentos significativos en los precios de automóviles y camiones usados, un 0,5%, servicios de transporte, que aumentaron un 0,8%, y servicios médicos. Los aranceles están impactando cada vez más los precios de los artículos de gran valor. Solo los precios de los muebles aumentaron un 3,4% en julio, y los útiles escolares y los costos de la ropa se han disparado entre un 30% y un 40%, con los precios de la ropa un 37% y los artículos de cuero aproximadamente un 39% más altos que los niveles previos a los aranceles.

Reacción del mercado y expectativas de la Reserva Federal

Los mercados financieros reaccionaron inicialmente de forma positiva a los datos del IPC. El Dow Jones Industrial Average subió casi un 1% hasta los 44.429 puntos, mientras que el S&P 500 ganó un 0,5% y el Nasdaq Composite avanzó un 0,45%. Esta respuesta positiva del mercado se derivó de la interpretación de que una inflación general estable podría indicar una posible pausa o incluso recortes en los agresivos aumentos de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal para impulsar el crecimiento económico.

De hecho, la aceleración del IPC subyacente, a pesar de una cifra general estable, ha sido interpretada por los mercados como un fortalecimiento del argumento a favor de un recorte de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal. Según la herramienta CME FedWatch, la probabilidad de un recorte de tasas de 25 puntos básicos en septiembre aumentó a 90,0% desde el 85,9% del día anterior tras el informe. Al mismo tiempo, el rendimiento del Tesoro a 10 años cayó 2 puntos básicos hasta el 4,267%.

Contexto económico más amplio e implicaciones

Las persistentes presiones inflacionarias subyacentes, particularmente en bienes y servicios básicos, plantean un desafío crítico para la Reserva Federal. Si bien la cifra general estable podría sugerir un margen para una política monetaria más acomodaticia, la inflación subyacente persistente, en parte impulsada por los aranceles y las interrupciones de la cadena de suministro que afectan a artículos como ropa, muebles y artículos esenciales para el hogar, implica que la Fed podría necesitar mantener las tasas de interés elevadas durante más tiempo para controlar eficazmente las presiones de los precios.

La economía estadounidense también se encuentra en una coyuntura crítica con respecto a su mercado laboral, con datos de agosto de 2025 que indican una desaceleración. Los empleadores agregaron solo 22.000 empleos no agrícolas, significativamente por debajo de las expectativas, y la tasa de desempleo subió al 4,3%, su nivel más alto desde octubre de 2021. Este deterioro del mercado laboral complica aún más el doble mandato de la Fed de estabilidad de precios y máximo empleo, cambiando la narrativa hacia una posible flexibilización.

Para las empresas, especialmente aquellas en sectores afectados por el aumento de costos debido a los aranceles y problemas de la cadena de suministro, las decisiones estratégicas con respecto a los precios y los márgenes de ganancia son primordiales. El entorno de inflación subyacente sostenida requiere un enfoque en una gestión sólida de la cadena de suministro y un control de costos para mitigar el impacto en la rentabilidad.

También están surgiendo preocupaciones sobre las perspectivas económicas más amplias. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha advertido de un posible escenario de