Una simulación reciente de Seeking Alpha pronostica que la tasa de los bonos del Tesoro de EE. UU. a 3 meses se mantendrá entre el 0% y el 1% durante la próxima década. Sin embargo, esta proyección contrasta marcadamente con las expectativas más amplias del mercado y numerosos análisis de expertos, incluidos los de la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO) y la Reserva Federal, que anticipan tasas de interés significativamente más altas a pesar de los recortes de tasas esperados. Esta divergencia impulsa una reevaluación de la dinámica del mercado a largo plazo y las estrategias de inversión.
Surgen pronósticos divergentes para las tasas de los bonos del Tesoro a largo plazo
Una reciente simulación semanal de Seeking Alpha, actualizada al 5 de septiembre de 2025, proyecta que la tasa de los bonos del Tesoro de EE. UU. a 3 meses probablemente persistirá dentro de un rango de 0% a 1% durante los próximos diez años. Este pronóstico, que implica un período prolongado de costos de endeudamiento a corto plazo excepcionalmente bajos, introduce una perspectiva única en el discurso actual sobre las trayectorias futuras de las tasas de interés.
El panorama actual del mercado
A diferencia de la simulación de Seeking Alpha, el mercado financiero más amplio y numerosos pronósticos institucionales indican un entorno de tasas de interés significativamente más altas, aunque moderadas. Al 24 de junio de 2025, la tasa objetivo de los fondos federales de la Reserva Federal se sitúa entre 4.25% y 4.50%. Los pronósticos actuales del mercado y las proyecciones de los bancos centrales no anticipan un retorno a tasas del 0% al 1% en 2025 o 2026. Dichos rangos ultrabajos fueron respuestas históricas a crisis económicas severas, como la pandemia de COVID-19 a principios de 2020 y la crisis financiera de 2007-2008, y no son indicativos de los estados actuales o proyectados futuros.
La Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO), en su pronóstico económico que refleja los desarrollos al 4 de diciembre de 2024, proyecta tasas de bonos del Tesoro de EE. UU. a 3 meses en 5.0% en 2025, cayendo a 3.8% en 2026, 3.3% en 2027, 3.2% en 2028, 3.2% en 2029, y estableciéndose en 3.1% de 2030 a 2035.
De manera similar, el pronóstico de Morningstar, al 26 de junio de 2025, anticipa recortes de tasas de la Reserva Federal que no llevarán la tasa de los fondos federales al rango de 0-1%. Proyectan dos recortes de tasas por un total de 0.50 puntos porcentuales en 2025, seguidos de 0.75 puntos en 2026, y otros 0.75 puntos en 2027, lo que llevaría a un rango objetivo de 2.25%-2.50% para fines de 2027.
Otras proyecciones se alinean con esta perspectiva, indicando tasas significativamente por encima del 1%. La Fed de St. Louis y las proyecciones promedio de expertos sugieren tasas alrededor del 3.4%-3.5% para 2025 y 2.7%-2.9% para 2026. El pronóstico del 'dot plot' de la Fed del 20 de marzo de 2025, indicaba una proyección mediana para la tasa de los fondos federales en el rango del 3.25%–3.50% para fines de 2025.
Los pronósticos de los principales bancos como ING, J.P.Morgan, Morgan Stanley y Bank of America también anticipan que la tasa de interés de la Reserva Federal de EE. UU. oscilará entre 3.5% y 4.0% para fines de 2025, con una normalización potencial entre 2.5% y 3% a largo plazo.
Análisis de las implicaciones para el mercado
Una tasa de los bonos a 3 meses persistente del 0-1% durante una década, como se simuló, influiría significativamente en los rendimientos de los bonos, haciendo que las inversiones de renta fija sean menos atractivas y potencialmente redirigiendo capital hacia activos de mayor riesgo como las acciones. Este escenario requeriría una reconfiguración de las estrategias de inversión a largo plazo y las decisiones de financiación corporativa, lo que podría conducir a un mayor apalancamiento debido a los costos de endeudamiento excepcionalmente bajos.
Sin embargo, el escenario más ampliamente anticipado de tasas moderadamente más bajas, pero aún elevadas, después de las recientes alzas agresivas, apunta a una flexibilización gradual de las condiciones financieras. La estrategia de la Reserva Federal implica ajustar la tasa de los fondos federales para gestionar los ciclos económicos, con el objetivo de minimizar la brecha de producción y mantener una inflación baja y estable. Los recortes de tasas esperados actualmente son una respuesta al enfriamiento de la inflación y a un entorno de crecimiento económico menos robusto, lo que señala un cambio en la postura de política monetaria restrictiva.
Si bien estos recortes harán que el endeudamiento sea menos costoso en comparación con el pico del ciclo de endurecimiento (donde la tasa de los fondos federales alcanzó el 5.33% en agosto de 2023), se espera que las tasas se mantengan elevadas en relación con los niveles cercanos a cero observados después de 2008 y durante la pandemia. Este entorno de tasas más altas continuará influyendo en varios instrumentos financieros. Morningstar espera que el rendimiento del Tesoro a 10 años baje a un promedio del 3.25% en 2028, y se proyecta que la tasa hipotecaria a 30 años caiga al 5.00% en 2028.
Contexto más amplio e impacto sectorial
Los inminentes recortes de tasas, particularmente la alta probabilidad de una reducción de 25 puntos básicos (pb) en septiembre de 2025 y las reducciones subsiguientes, se espera que redefinan el panorama financiero. Estos recortes generalmente se perciben como alcistas para las acciones, especialmente las acciones de crecimiento y tecnología, y beneficiosos para los mercados de renta fija. Las tasas de interés más bajas se traducen en préstamos más baratos para consumidores y empresas, estimulando la inversión y el gasto.
Las industrias que dependen del crédito al consumidor y empresarial, como la automotriz, la fabricación de bienes duraderos y la vivienda, están preparadas para beneficiarse. Constructores de viviendas como Pultegroup (NYSE: PHM), D.R. Horton (NYSE: DHI) y Lennar (NYSE: LEN), junto con proveedores de construcción como Builders FirstSource (NYSE: BLDR) y Mohawk Industries (NYSE: MHK), son beneficiarios directos. Los sectores intensivos en capital como la tecnología de la información, la manufactura y la construcción pueden encontrar más económico financiar proyectos a gran escala, fomentando la innovación y la creación de empleo.
Por el contrario, el sector financiero, particularmente los bancos tradicionales, puede enfrentar márgenes de interés netos comprimidos. Las acciones de servicios públicos, a menudo vistas como sustitutos de bonos debido a sus dividendos estables, se vuelven más atractivas en un entorno de tasas más bajas, ya que sus rendimientos de dividendos se vuelven comparativamente más atractivos que los rendimientos de los bonos. Empresas como NextEra Energy (NYSE: NEE) y Duke Energy (NYSE: DUK) podrían ver mejoras en los márgenes de ganancia y una mayor capacidad de inversión.
El acto de equilibrio de la Fed y las perspectivas futuras
Las acciones de la Reserva Federal son un delicado acto de equilibrio, con el objetivo de estimular la actividad económica y garantizar el máximo empleo sin reavivar la inflación. La experiencia histórica de tasas cercanas a cero prolongadas, que vio a la Fed recurrir a herramientas no convencionales como la Flexibilización Cuantitativa (QE), destaca el potencial de distorsiones del mercado y consecuencias no deseadas, incluida la demora del 'despegue' que contribuyó al sobrecalentamiento y la inflación subsiguiente.
De cara al futuro, los inversores deben anticipar una volatilidad continua, especialmente si las acciones de la Fed se desvían de las expectativas actuales del mercado. El Límite Inferior Cero (ZLB) sigue siendo un riesgo a medio plazo, con un riesgo percibido de volver a la ZLB de aproximadamente el 9% en un horizonte de siete años, similar a los niveles observados en 2018, debido a una mayor incertidumbre.
El entorno actual requiere una reasignación estratégica de efectivo a activos potencialmente de mayor rendimiento como las acciones. Un enfoque en acciones cíclicas y de pequeña capitalización, que son más sensibles a los ciclos económicos, podría ser beneficioso. Los bonos de alta calidad siguen siendo importantes para la mitigación de riesgos, y los bienes raíces, incluidos los REITs, suelen ser favorecidos debido a los menores costos de endeudamiento.



