The North Face de VF Corp traslada la producción de Turquía en medio del aumento de los costes

El gigante estadounidense de la confección y el calzado VF Corporation (NYSE: VFC), empresa matriz de The North Face, está ejecutando un cambio estratégico significativo en sus operaciones de fabricación. La empresa está reubicando aproximadamente el 80% de la producción de The North Face de Turquía a centros de menor coste en Vietnam y Bangladés, una medida destinada a mitigar los crecientes gastos de fabricación. Esta decisión afectará a su principal proveedor turco, Gelisim Tekstil, y refleja una tendencia más amplia de reoptimización de la cadena de suministro dentro de la industria mundial de la confección.

Detalles de la reubicación de la producción

El núcleo de este ajuste estratégico implica una drástica reducción de los pedidos realizados a Gelisim Tekstil, un proveedor turco de larga trayectoria. Anteriormente uno de los mayores productores globales de The North Face y el más importante dentro de la Unión Europea, ahora se espera que Gelisim Tekstil vea caer el valor anual de sus pedidos de The North Face de aproximadamente 30 millones de euros a entre 4 y 5 millones de euros. Este recorte sustancial significa que, de un estimado de 4 millones de piezas producidas anteriormente, solo entre 400.000 y 500.000 piezas permanecerán en el fabricante turco. Mustafa Akcay, presidente del consejo de administración de Gelisim Tekstil, confirmó el cambio, afirmando: "A partir del año pasado, decidieron ir a Bangladés y Vietnam. Alrededor del 10%-20% de la producción se mantendrá."

Análisis de los factores de costes en Turquía

El impulso de la decisión de VF Corp proviene directamente de un fuerte aumento en los costes de producción dentro de Turquía. En los últimos tres años, el país ha experimentado un aumento del 302% en el salario mínimo y un aumento del 290% en la inflación. En contraste, el valor del dólar estadounidense frente a la lira turca aumentó solo un 132% durante el mismo período. Esta disparidad ha duplicado con creces los gastos de producción turcos cuando se calculan en dólares, lo que los hace no competitivos a escala global. Akcay explicó este desafío:

"En 2023, los costes laborales aumentaron un 110% mientras que el tipo de cambio aumentó un 50%. Toleramos la diferencia en los precios del hilo. Pero en años posteriores, los costes laborales se mantuvieron muy por encima del tipo de cambio, haciéndonos más caros que incluso la UE." Vedat Yavuz, vicepresidente de Gelisim Tekstil, afirmó que la decisión de reubicación de The North Face se debió "puramente al precio", a pesar de la consolidada reputación de Gelisim Tekstil por la calidad y la entrega a tiempo.

Contexto más amplio e implicaciones de mercado

Los efectos en cadena de este cambio de producción se extienden más allá de Gelisim Tekstil. El sector textil turco en su conjunto está lidiando con una grave crisis de competitividad. Datos de la Asamblea de Exportadores Turcos (TIM) indicaron una marginal disminución del 0,6% en las exportaciones del sector textil y de materias primas a 9.500 millones de dólares en 2024, con las exportaciones de prendas de vestir disminuyendo un 6,9% a 17.900 millones de dólares. El índice de competitividad basado en costes del sector se desplomó a 86,15 en el primer trimestre de 2025, marcando su nivel más bajo en una década. En consecuencia, los productos de confección turcos son ahora aproximadamente un 60% más caros que los del este de Asia y alrededor de un 45% más caros que los equivalentes del norte de África. Esto ha provocado pérdidas sustanciales de producción, con la Asociación Turca de Fabricantes de Ropa (TGSD) informando una pérdida de 4.600 millones de dólares en dos años y el cierre de 1.270 empresas en los primeros cuatro meses de 2024, lo que resultó en la pérdida de 20.700 empleos.

Para Gelisim Tekstil, el impacto inmediato es una drástica disminución en la utilización de la capacidad mensual, que ha caído de 1 millón de piezas en 2022 a solo 400.000-500.000 piezas actualmente. La empresa, que actualmente emplea a 1.200 personas, se enfrenta a la posibilidad de reducir a la mitad su fuerza laboral, como articuló Akcay:

"Actualmente tenemos 1.200 empleados. Si las cosas no salen como esperamos, puede que haya empleados de los que nos tengamos que separar. Nos encogeremos. A partir de mayo del próximo año, el número de empleados podría reducirse a la mitad." Los ingresos por exportaciones de la empresa, que se situaron en 90 millones de dólares en 2022, disminuyeron a 50-60 millones de dólares en 2023 y se proyecta que se mantengan en niveles similares hasta 2025. Sin nuevas asociaciones, Gelisim Tekstil anticipa una contracción del 50% el próximo año.

Desde la perspectiva de VF Corp, este movimiento es integral a su programa de transformación más amplio "Reinvent". La empresa tiene como objetivo lograr 300 millones de dólares en ahorros de costes anualizados para mediados del año fiscal 2025 y apunta a una expansión de los ingresos operativos netos a medio plazo de 500 a 600 millones de dólares. La marca The North Face ha sido identificada como un motor de crecimiento clave para VF Corp, demostrando un impulso positivo sostenido, incluido un crecimiento del 6% en el primer trimestre del año fiscal 26 impulsado por la demanda de Asia-Pacífico y la innovación de productos. Se espera que las medidas de reducción de costes refuercen la rentabilidad de la marca dentro de la cartera de VF Corp.

Mirando hacia el futuro

La reubicación por parte de The North Face subraya una reestructuración significativa dentro de las cadenas de suministro globales de ropa. Las grandes marcas priorizan cada vez más la optimización de costes y la resiliencia de la cadena de suministro, lo que lleva a una reevaluación continua de las huellas de fabricación. Para VF Corp, se espera que el cambio contribuya a mejorar los márgenes de beneficio y la eficiencia operativa de The North Face, una marca crítica en su cartera.

Por el contrario, es probable que los desafíos para el sector textil de Turquía persistan, particularmente dadas las continuas presiones inflacionarias y los aumentos salariales. Los fabricantes de textiles del país deberán adaptarse explorando nuevas oportunidades de mercado, mejorando la eficiencia o cambiando hacia una producción de mayor valor para contrarrestar el éxodo de pedidos sensibles a los costes. El evento también destaca una advertencia más amplia para los productores de mercados emergentes con respecto al impacto de la inestabilidad macroeconómica en la competitividad global.