La propuesta de arancel del 50 % de México sobre las importaciones de automóviles de países sin acuerdos de libre comercio, que afecta principalmente a los vehículos eléctricos fabricados en China, desafiará significativamente a BYD y Tesla, lo que podría remodelar el mercado de automóviles eléctricos de rápido crecimiento en México y favorecer a los fabricantes de automóviles tradicionales de EE. UU. con producción local.

Los mercados bursátiles estadounidenses cerraron mixtos el martes, mientras la atención de los inversores se centraba en las políticas comerciales en evolución en América del Norte, particularmente en una importante propuesta arancelaria de México. Este desarrollo está a punto de impactar notablemente el panorama competitivo dentro del floreciente mercado de vehículos eléctricos (VE). El anuncio ha creado incertidumbre para los actores clave en el sector de VE, mientras que potencialmente beneficia a los fabricantes de automóviles establecidos con capacidades de producción local.

Arancel agresivo de México a las importaciones de VE

El gobierno de México ha presentado una propuesta para imponer un arancel del 50% a las importaciones automotrices de países que carecen de acuerdos de libre comercio con México. Esta medida está dirigida principalmente a los vehículos eléctricos fabricados en China, lo que representa una escalada sustancial en el proteccionismo comercial. Esto ocurre después de que los aranceles sobre los VE fabricados en China ya hubieran aumentado del 0% al 15% durante el año pasado, lo que marca el 50% propuesto como un fuerte aumento.

Crucialmente, este arancel propuesto incluye una exención para los fabricantes de automóviles tradicionales de EE. UU., como General Motors (GM), Ford y Stellantis. Esta exención proviene de un decreto de 2003 que permite a las empresas con plantas de producción existentes en México importar vehículos libres de aranceles de países sin acuerdos de libre comercio. Esta ventaja estructural establece una clara división en el acceso al mercado.

Obstáculos significativos para BYD y Tesla

Las principales entidades que enfrentan obstáculos significativos por este cambio de política son BYD y Tesla (TSLA). Ambas empresas dependen en gran medida de las importaciones de China para abastecer el mercado mexicano y, fundamentalmente, carecen de instalaciones de fabricación locales en el país.

Tesla actualmente importa todos los vehículos Model 3 y Model Y vendidos en México desde su fábrica de Shanghái. La compañía había pausado previamente la construcción de su planeada fábrica de Nuevo León, citando preocupaciones económicas y presiones de tasas de interés, una decisión que ahora la deja vulnerable al nuevo régimen arancelario.

BYD, un formidable fabricante chino de VE, logró un rápido crecimiento desde que ingresó a México a finales de 2023. En 2024, la compañía vendió aproximadamente 40,000 vehículos, lo que representa casi la mitad de todos los vehículos eléctricos e híbridos enchufables (PHEV) vendidos en el país. Sin embargo, BYD abandonó sus planes para una fábrica mexicana a principios de este año en medio de preocupaciones sobre relaciones comerciales potencialmente dañinas con Estados Unidos. Sin una base de fabricación local, cada vehículo BYD importado a México estaría sujeto al elevado arancel del 50%.

Eugenio Grandio, presidente de la Asociación de Movilidad Eléctrica en México, describió el arancel del 50% como un "número muy agresivo" y un "cambio de juego". Se espera que este drástico aumento en los costos de importación eleve drásticamente los precios de los vehículos BYD y Tesla, erosionando severamente su ventaja competitiva y desafiando su crecimiento de mercado y rentabilidad en la región.

Contexto e implicaciones más amplias

Esta propuesta arancelaria es parte de una iniciativa más amplia de la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum para modificar la Ley de los Impuestos Generales de Importación y Exportación. La iniciativa busca aplicar aranceles que van del 10% al 50% en 1,371 categorías de productos, incluidos los sectores automotriz, textil, siderúrgico y electrónico. Se proyecta que la medida genere 70 mil millones de pesos adicionales (aproximadamente 3.76 mil millones de dólares estadounidenses) en ingresos gubernamentales y se alinea con el objetivo estratégico de México de disminuir la dependencia de las importaciones mientras impulsa la industria nacional.

Sin embargo, también se espera que los aranceles introduzcan presiones inflacionarias dentro de México, como señaló Gabriela Siller, directora de análisis económico de Banco Base.

La política refleja un complejo equilibrio geopolítico para México, atrapado entre atraer la inversión china y mantener relaciones armoniosas con su principal socio comercial, Estados Unidos, especialmente con el acuerdo comercial T-MEC programado para revisión en 2026.

Alberto de la Fuente, presidente de la Industria Nacional de Autopartes de México, destacó el impacto económico directo, afirmando que "cada punto porcentual de arancel adicional borra aproximadamente $150 de ganancias por VE compacto", socavando significativamente la competitividad. Esto podría disminuir la ambición de México de convertirse en el principal centro de fabricación de VE de América Latina, lo que podría conducir a una bifurcación donde México retiene la fabricación tradicional de motores de combustión para América del Norte, mientras que países como Brasil emergen como bases de producción de VE líderes para otros mercados.

Gregor Sebastian, analista sénior de Rhodium Group, comentó sobre el dilema estratégico:

"Tiene poco sentido que BYD entre en México sin acceso libre de aranceles a los mercados estadounidenses."

Maaike Okano Heijmans del Clingendael Institute observó la tendencia más amplia:

"Una vez que los aranceles alcanzan niveles prohibitivos, transforman el cálculo corporativo, forzando a las empresas a reconfigurar sus huellas de fabricación globales."

Mirando hacia el futuro

La legislación propuesta requiere la aprobación del Congreso de México. Dado que el partido Morena de la presidenta Claudia Sheinbaum y sus aliados tienen una mayoría dominante en ambas cámaras, la aprobación de esta iniciativa parece altamente probable. Los aranceles están inicialmente programados para estar en vigor hasta el 31 de diciembre de 2026, con posibilidad de extensión.

Este cambio de política requerirá una reevaluación integral de las estrategias de BYD y Tesla en el mercado mexicano, impactando potencialmente sus estructuras de precios, volúmenes de ventas y rentabilidad general en la región. Las implicaciones a largo plazo apuntan a una posible desaceleración en la adopción de VE importados en México, una ventaja pronunciada para los fabricantes de automóviles tradicionales con producción local existente, y una redistribución más amplia de las cadenas de suministro globales de VE a medida que las empresas se adaptan al panorama cambiante de las barreras comerciales internacionales. La situación subraya la creciente complejidad del comercio global, donde las consideraciones geopolíticas y las políticas industriales nacionales están dando forma cada vez más a la dinámica del mercado y las decisiones de inversión dentro del sector automotriz crítico.