El Fondo Monetario Internacional (FMI) informó el 15 de julio que El Salvador no ha adquirido nuevos Bitcoins desde febrero de 2025, contradiciendo directamente las afirmaciones continuas del presidente Nayib Bukele sobre la acumulación diaria.
Resumen Ejecutivo
El Fondo Monetario Internacional (FMI) informó el 15 de julio que El Salvador no ha adquirido nuevos Bitcoins desde febrero de 2025, contradiciendo directamente las afirmaciones públicas continuas del Presidente Nayib Bukele sobre la acumulación diaria. Esta discrepancia resalta preocupaciones significativas con respecto a la transparencia y el cumplimiento de un acuerdo de préstamo de 1.4 mil millones de dólares entre El Salvador y el FMI.
El Evento en Detalle
El Presidente de El Salvador, Nayib Bukele, y la Oficina Nacional del Bitcoin han afirmado públicamente compras continuas de Bitcoin, incluyendo una adquisición simbólica de 21 Bitcoins (valorados en aproximadamente 2.3 millones de dólares) para conmemorar el cuarto aniversario del estatus de moneda de curso legal de Bitcoin. Estas afirmaciones sugieren que las tenencias totales de Bitcoin de la nación han alcanzado los 6,313 BTC, valorados en aproximadamente 701.8 millones de dólares, con compras diarias consistentes de 1 Bitcoin que se reportan desde marzo de 2024.
Por el contrario, el informe del FMI del 15 de julio, tras su primera revisión formal del programa Bitcoin de El Salvador, establece que el stock total de Bitcoin del sector público se ha mantenido inalterado desde que se aprobó el acuerdo de préstamo de 1.4 mil millones de dólares del Servicio Ampliado del Fondo (SAF) en diciembre de 2024. El FMI aclaró que la actividad en cadena, que muestra el movimiento de BTC entre carteras, representa transferencias internas entre almacenamiento en frío y en caliente o reservas reasignadas, no nuevas adquisiciones de mercado. Esta reinterpretación tiene como objetivo contrarrestar la "mala interpretación" de la actividad de Bitcoin de El Salvador. El FMI señaló además que El Salvador se comprometió a poner fin a la participación del sector público en la Chivo Wallet para julio de 2025 como parte de su adhesión a los términos del préstamo. Aunque firmas de análisis de blockchain como Arkham y Bubblemaps han observado un aumento diario de 1 BTC en las carteras de El Salvador, reconocen la ambigüedad, afirmando que no está claro si se trata de nuevas compras o transferencias de Bitcoin previamente adquiridos, particularmente dada la imposibilidad de acceder a los libros de contabilidad de intercambio.
Mecanismos Financieros y Cumplimiento
El instrumento financiero central que influye en la estrategia Bitcoin de El Salvador es el acuerdo de préstamo del SAF por 1.4 mil millones de dólares con el FMI, aprobado en diciembre de 2024. Este acuerdo estipula el cese de las adquisiciones voluntarias de Bitcoin por parte de las entidades del sector público y una reducción de la participación pública en los servicios relacionados con Bitcoin, incluida la eliminación del estatus de moneda de curso legal de Bitcoin, que ocurrió en enero de 2025. El informe reciente del FMI confirma el cumplimiento de El Salvador con estos compromisos financieros críticos, contradiciendo directamente la narrativa pública del gobierno de acumulación continua. Esta situación destaca la tensión inherente entre la búsqueda de una nación soberana de una estrategia de activos digitales no convencional y las estrictas condiciones impuestas por las instituciones financieras internacionales tradicionales. Las tenencias actuales de Bitcoin de la nación, aunque sustanciales con 6,313 BTC, están sujetas a una volatilidad significativa del mercado, lo que introduce complejidades para la posición fiscal de El Salvador, particularmente mientras enfrenta 4 mil millones de dólares en reembolsos de deuda entre 2023 y 2025.
Estrategia Comercial y Posicionamiento en el Mercado
La adopción de Bitcoin como moneda de curso legal por parte de El Salvador en septiembre de 2021 lo posicionó como un pionero global en la integración nacional de activos digitales, con el objetivo de mejorar la inclusión financiera y reducir los costos de las remesas. Las persistentes declaraciones públicas del gobierno sobre la acumulación de Bitcoin, a pesar de las restricciones del FMI, pueden interpretarse como una narrativa estratégica para reforzar su compromiso con un "estándar Bitcoin", similar a una aplicación soberana del "manual de MicroStrategy". Además, El Salvador ha llevado a cabo mejoras de seguridad, como la redistribución de las tenencias de Bitcoin en 14 direcciones separadas, demostrando un compromiso con la salvaguarda de su tesorería de activos digitales a través de prácticas tecnológicas avanzadas. Esto indica una visión estratégica a largo plazo de Bitcoin como un activo de reserva soberano. Sin embargo, la adopción pública de Bitcoin para remesas ha seguido siendo baja, con solo el 1% utilizando la Chivo Wallet respaldada por el estado a pesar de que el 82% de las pequeñas empresas reportan aceptar Bitcoin. Esto sugiere una disparidad entre los objetivos de política gubernamental y la participación ciudadana generalizada. Al mismo tiempo, la legislatura de la nación ha aprobado leyes que permiten a las principales instituciones financieras buscar licencias para proporcionar servicios de Bitcoin y activos digitales, lo que indica una estrategia más amplia para cultivar un ecosistema Web3 dentro del país, distinto de la compra directa del gobierno.
Implicaciones más Amplias para el Mercado
La contradicción directa del FMI de las afirmaciones de adquisición de Bitcoin de El Salvador introduce una incertidumbre considerable en la transparencia y la trayectoria futura de las políticas de adopción de criptomonedas soberanas. Esta situación puede disuadir a otras naciones de seguir estrategias similares de adopción de criptomonedas como moneda de curso legal o de participar en compras dirigidas por el estado, particularmente si tales acciones conducen a conflictos con organizaciones financieras internacionales influyentes como el FMI. Las críticas con respecto a la falta de transparencia en la gestión de Bitcoin de El Salvador podrían erosionar la confianza más amplia de los inversores en las iniciativas de criptomonedas respaldadas por el gobierno a nivel mundial. Este escenario subraya la tensión continua entre los mercados emergentes que buscan una independencia financiera innovadora a través de activos digitales y los marcos establecidos de la gobernanza financiera global. Además, los informes contradictorios resaltan los desafíos de la verificación de datos dentro del ecosistema Web3, donde el análisis en cadena puede estar sujeto a interpretaciones variables en comparación con las divulgaciones financieras oficiales. En última instancia, esta situación pone a prueba la credibilidad de los pronunciamientos gubernamentales dentro de la esfera de los activos digitales e ilumina las complejidades inherentes a la integración de criptomonedas descentralizadas en las estructuras financieras convencionales.